En Bremen hay una cultura enfocada al uso de las bicis como medio de trasporte, tan arraigada que hay unos caminos rojos en medio de las veredas exclusivos para las bicicletas y pobre del simple mortal que ose poner una pata en esos caminos porque no te evitan y hay que apelar al instinto de sobrevivencia y moverse rapidamente.
Casí me tropello una bici porque yo ignorante de la soberanía de estas por los caminos rojos caminaba muy ignorante de eso, por la vida.
Los caminos rojos de las bicis Tienen además
semaforos propios. Así que ahora además de tenerles miedo a las bicis y a
sus ciclistas furiosos, tambien tengo cuidado de ir más pendiente que
nunca de las vias de los tram que en algunos puntos se funden con las
vias de las bicis y de las veredas. Así que además de tener cuidado con las bicis yo al menos debo preocuparme tambien de los tram porque a veces la diferencia entre vereda y la zona por donde transitan los autos y los tram se fusiona.
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